sábado, 7 de julio de 2012

Tuiteratura, relatos en 140 caracteres.


Con el fin de fomentar la creatividad en torno a la lectura y sus lugares, la Fundación Germán Sánchez Ruipérez convocó un concurso de microrrelatos en Twitter, dentro del proyecto ¿Dónde lees tú?, que se enmarca en el Programa Territorio Ebook.


Durante cuatro semanas, a partir del lunes, 23 de abril de 2012, Día del Libro y hasta el lunes 28 de mayo, los participantes escribieron en Twitter el relato que les inspiró la fotografía semanal de  José P. Gegúndez  . No debían exceder los 140 caracteres incluido la denominación  @dondeleestu  que dirigía el tuit a su destino. Tampoco se permitía utilizar aplicaciones para alargar los tuits. Los autores podrían presentar cuantos tuits desearan, pero siempre y únicamente vía tuiter.
Por otra parte, el tuit debía estar escrito en lengua castellana, ser original e inédito (no estar publicado en ningún medio o soporte) y no debía haber recibido ningún premio o accésit en otro certamen nacional o internacional.

FOTO 1
Realizada por José P. Gegúndez para la exposición de ¿Dónde lees tú? -18, tenía supropia historia: Gegúndez quiso homenajear a la portada original de El guardián entre el centeno, de Salinger. Un homenaje para una de sus novelas imprescindibles, pues la leyó siendo muy joven y la ha vuelto a leer y a releer muchas veces. Esta foto, además, fue elegida para la portada del Catálogo de la muestra. Una imagen vibrante, llena de fuerza. Por eso, fue la encargada de abrir el Concurso en Twitter de ¿Dónde lees tú?







Ganador de la primera semana entre 140 tuits.
Escrito por @rrsire:


El destino te fijó quieto y mudo en un mundo giratorio donde los sueños duran un viaje

Como finalistas:
“Léeme otra vez el cuento del caballito prisionero en el tiovivo”. La madre mira la sillita de ruedas y disimula una lágrima. De @HornoMar
Debí haber corrido una eternidad, debí haber dado ya la vuelta al mundo, pero ese cerdo sigue a mis espaldas, perseverante. De @GerFraChavezH
Él cree que está quieto, pero gira. Él cree que está vivo, pero es de madera. Él cree que está viejo, pero allí está su belleza. De @twiliri
Vuela sobre nubes y montañas cuando el niño lo monta. Que esté anclado al tiovivo es un detalle sin importancia. De @HornoMar
Giraba la noche. Él era sólo un vértigo aferrado a sus crines azules, hasta que recobró, intactas, las luces de la infancia. De @BookReviews7
Feroz como la trampa de Troya, alado como Pegaso, parlante como el de Aquiles, pues cada infante le otorgaba una identidad. De @Astianacte7

Nuestra participación @nbaselice

El movimiento siempre aparente ¿Te alejas, me acerco? no lo sé. La prisa afecta el foco y la distancia el espíritu. Calma.
Giro a giro se difumina, desaparece, se va. Comienza a color, pasa a sepia, termina en gris. La vida. ¿y si girara al revés?
Arriba el corcel con su montura vacía, trae un recado y saluda con las patas en alto. Deben ser buenas noticias.
¿Pasó el caballo? / Sí  / ¿Qué trajo? / Tristeza / Espera la otra vuelta.

FOTO 2
Esta imagen evoca la novela de Kerouac: En el camino. Gegúndez la atrapó en un viaje: una carretera cualquiera (en este caso, de Burgos) que, de pronto apareció, inadvertida. En el camino es otra de esas novelas imprescindibles para Gegúndez y, por eso, y porque leer y escribir, necesariamente, son viajes, fue elegida para la segunda semana del Concurso de Tuiteratura. 









Ganador de la segunda semana entre 164 tuits.
Escrito por @Tiotore:


Observando la línea recta que dibujaba aquella carretera concluyó que su vida sería distinta si tuviese las curvas de una mujer

Como finalistas:
Aún con grietas y mal pintada, ofrezco mis encantos. De @brujijulia
–– ¿Por qué no te pierdes conmigo? ––susurró. / ––Imposible; esa carretera ya me la conozco. De @eRomanMe

Nuestra participación @nbaselice

Necesito hacer pis/Espera a que encontremos un parador… Tenían 50 años casados y eran tan conservadores.
Y a la distancia constato lo dicho en aquel viaje: ni el pasado era ancho como lo recordaba ni el futuro estrecho como lucía.
Y al despertar el horizonte ya no era vertical y las paredes se habían convertido en caminos.
Recuerdo cuando vine, creí que era para siempre y aquí voy… camino de regreso. Un inverso Dejavu que hago futuro en ti.


FOTO 3

Gegúndez persiguió el azul del cielo… hasta que lo consiguió. Casi tuvo que llamar a la gaviota para que volase sobre el faro, ocupado en avistar océanos cercanos. La fotografía es una recreación de la portada Luces de septiembre de Ruiz Zafón, en la que aparece uno de estos faros. Jose P. Gegúndez consiguió el suyo en A Coruña.







Ganador de la tercera semana entre 236 tuits.
Escrito por @albertomarcos:



Ignota. Iluminada. Inverosímil. Imaginada. Independiente. Una “I” solitaria, desnuda, al cabo de la Isla de Ítaca.

Como finalistas:
En la soledad del faro, observaba a las gaviotas. Era tan grande su deseo de volar que olvidó que no tenía alas. De @brujijulia
MONOTONÍA. Cuando estaba perdida en la tormenta, la luz de tu faro me salvó. Ahora, echo de menos algún pequeño naufragio. De @HornoMar


Nuestra participación @nbaselice

Y despertó con un cielo tan azul que creyó no necesitar una guía, un faro, una luz. Pero la noche acechaba.
Como el faro que penetra al infinito sin cuestionamiento y la lengua de tierra que lo sostiene sin condiciones. Así se amaron.
Dormía de día para cuidarla en la noche. Iluminaba de noche el camino de sus sueños. Siguió su luz lo alto de su vuelo. La amó.
Encallaban, zozobraban de súbito. No era buen farolero, sólo recorría la costa de su cuerpo, su silueta de memoria. Esperaba.


FOTO 4
Esta imagen tiene mucha Tuiteratura. Gegúndez quiso atrapar la luna en el Monte del Gozo, y, al recrear la obra de Javier Ruescas (Encantamiento de Luna, de sus Cuentos de Bereth, I ) supo que ya lo había conseguido. 






Ganador, no sólo de la cuarta semana entre 405 tuits sino de la gran final. Su nombre:
Eliseo Carranza G. Nacido en Monterrey, México de 54 años de formación magisterial y escritor intermitente. Lector, cinéfilo y tallerista. Felicitaciones.

Escrito por @Elizeus58:


En el bosque, un conejo halló un sombrero. Apenas entró en él, alguien lo tomó de las orejas. Le asustaron mucho los aplausos.

Como finalistas:
Esa noche, el sombrero del mago, en vez de un conejo, hizo salir una noche azul, un bosque entero sin hojas y una luna llena. De @Elizeus58
–Luna, no te muevas. Nos están haciendo una foto. / –Tranquilo, que hoy nadie me podría hacer menguar. De @eRomanMe


Nuestra participación @nbaselice

Sólo el recuerdo podía mejorar la escena ya de suyo perfecta. Ella, fuera de cuadro, la hizo inolvidable, inmortal, suya.
Mi sombrero nos miraba cómplice y al perderte, fue mi compañero de recuerdos. Él era la prueba de que fuimos uno.
Y pensar que fue tan solo un instante, como la luna llena antes de la mengua y sin embargo cíclico y eterno como ella.
Ni la luna era pequeña, ni las siluetas recortadas. Todo era aparente, hasta tú lo eras. Pero yo te creí. Ese fue mi error.
Y en el ocaso inevitable, ¿Quién usará mi sombrero?, ¿Quién te habitará?
Bajo ese cielo satinado de luna llena fue imposible no creer en el rumor de aire y ramas. Hablaba de ti. Todo era cierto.
Halló el cuerpo y ya no había nada que hacer, pero el rastro era inequívoco. Debía ser condenado. Sería culpable y descansaría.
Ya lo sabían, era serial y cínico. Esta vez dejó un sombrero. La cabeza nunca aparecería.



Caracas, junio 2012.
















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