Este texto, escrito durante la semana de las exequias del
Presidente Chávez, quedó en el archivo
por decisión propia. Parecía muy pesimista ante la sensación de brisa fresca que
parecía soplar una vez desaparecido “El Huracán” como gustaban decir sus
seguidores y reconocer algunos de sus detractores.
Tropiezo con este archivo justo un día después de la “presentación en sociedad” del CD que
en el formato de “The Best of…” o “Los Grandes Exitos de…” resume track a
track lo que todos sabíamos pero que como bonus track nos da la verdadera
jerarquía de Mario Silva (VTV) en la “Cadena
de Mando” cuyo eslabón de punta aparece como ultramarino. Si marcamos la
aparición de este audio como límite de la fase que arrancó el 14 de abril
postelecciones, entenderemos en retrospectiva cómo la ingenuidad pudo ser un
pecado mortal, pecado que parece haber sido ya expiado hoy por la oposición
venezolana.
A continuación el texto en cuestión.
Están en pleno
desarrollo los funerales del presidente Chávez y lo que se oye en
televisión es que el momento es propicio
para el acercamiento y la ya manida reconciliación.
Pretender que la desaparición física del Presidente pueda
ser interpretado por los dos sectores de la polarización venezolana como el
momento de volver al cauce de la convivencia política me luce sumamente
ilusorio. Es como pretender que ambos
bandos asumieran a Hugo Chávez como el obstáculo para la convivencia y no es así.
Del lado de la oposición es esa la creencia, pero pretender que sus sucesores
van a bajar el tono de la radicalización dada la ausencia es esperar mucho y
como muestra los tres meses de “Gobierno” de Nicolás Maduro y, podríamos decir,
de Diosdado Cabello. Igual de radicalizadores, igual de generadores de odios,
pero con el bemol de la inautenticidad. Una amiga me hablaba de la respuesta de
Maduro a la petición de clemencia de la hija de Simonovis, uno de los presos
políticos más emblemáticos de Chávez, y la describía como actuada, temerosa, en
fin, no auténtica.
Cuando existe la ideología cada líder en su turno busca la
forma. Si no existe, entonces la forma es la idoelogía. Por eso Maduro copia… y
copia mal.
Dos pecados que enfrentados son del mismo tenor: la
ingenuidad y la prepotencia.
(Semana del 6 al 12 de marzo de 2013)
Nicolás Baselice Wierman.
Caracas, mayo 2013.