En Venezuela estamos a escasos siete días de acudir a una
elección presidencial que se ha dado a llamar la más importante de nuestra histroria.
Elección ésta que escogerá entre dos modelos de Estado y de sociedad
ciertamente.
Los Candidatos: Hugo Chávez, ya con 14 años en el poder y
Henrique Capriles, aspirante por primera vez, de escasos 40 años y con
credenciales en cargos de elección popular en toda la escalera del poder. Inédito desde el año 1998 Hugo Chávez se nota con el viento en contra y no
está cómodo en esa posición. Capriles hace gala de su fortaleza física
visitando casi 300 pueblos desde julio y dos ciudades por día en los ultimos
diez de campaña.
Ante la enfermedad que limita al PresidenteCandidato se
antepone
sin mencionarla, esta comparación demoledora.
El pronóstico, desde lo técnico: empate, gana cualquiera de
los dos. Desde el análisis: Capriles y desde la emoción de la calle: Capriles
por amplio margen.
Independientemente del resultado, Venezuela tendrá otro
perfil, será otra con el próximo gobierno. Por lo pronto, en la intimidad de mi
teclado hago un ejercicio de listar 100 razones para votar por Henrique
Capriles. Al principio creí que sería mucho alarde pretender cien, al final
supe que podrían ser más.
Las presento tal como llegaron a mi mente.
Para entrar al siglo XXI aunque sea con 12 años de retraso.Por la verdad oculta de la muerte de Danilo
Anderson. Por la Jueza Afiuni, Simonovis, Forero y los Metropolitanos. Por todos los presos políticos. Por
los expatriados y su regreso. Por la
verdad que nunca se supo del 11 de abril.
Por los testigos estrellas y los fiscales que leen los ojos. Porque el Oráculo del Gerrero y otros
engendros no vuelvaN a ser la guía y paradigma de este País. Porque el
ser comandados sea una elección y canalizada hacia la Fuerza Armada. Porque se acabe el viviendismo y las ciudades
se piensen desde el urbanismo. Porque se retome el plan de rescate de
áreas marginales interrumpido sin razón. Porque
se reproduzca el criterio aplicado en educación en Miranda DE ENTREGAR LOS CARGOS POR CONCURSO. Porque el discurso desde el poder sea de altura y modelador. Porque ver al Presidente en televisión sea
una decisión personal. Porque quiero gastar mi dinero sin control del
Gobierno de cuánto según dónde. Porque quiero
ser un izquierdista orgulloso de mi condición. Porque los menores de 20
años no piensen que esto es lo que hay. Porque
un País que pensó, proyectó y construyó Guri merece proyectos de Estado. Porque compramos mal hecho lo que bien
podemos producir. Por la libertad perdida. Por la dignidad de los
empleados públicos. Porque el
reconocimiento del mérito sea la clave del ascenso social. Por maestros
y policías en la cabeza del prestigio social de la comunidad. Porque los temas álgidos se enfrenten con
equipos de profesionales y no con opiniones en internet. Por las
Empresas Básicas y recuperación de Guayana.
Por PDVSA y su vuelta a la especialización. Por la venta del oro de las
reservas internacionales. Por la
perversión retrógrada de las monedas para el trueque. Por que no nos hagan
creer que con los satélites se puede hacer brujería. Porque los gobernantes no nos insulten haciéndonos
creer en sus miedos mágicos. Porque se entienda que se gobierna para todos.
Porque se entienda que un Presidente no
tiene derechos sino deberes. Porque los símbolos de la Patria no son un
capricho de tarde aburrida. Porque el
huso horario tampoco. Porque los colectivos armados es Fascismo puro y
duro. Por los Círculos Bolivarianos.
Por la estafa educativa y el fraude universitario. Por las 500 escuelas por año que no existieron. Porque el
gobernar no sea un “Reality Show”. Porque
el Presidente debe tener credenciales para tan alto cargo. Porque por
primera vez tenemos un candidato que tiene esas credenciales. Porque ya llegué a la edad en que podría ser padre del presidente. Porque
nadie de 40 años en su sensatez cree hoy en nuestra “Utopía Comunista”. Por el revanchismo político. Por el
resentimiento social que mueve a los “Salvadores de la Patria”. Por desplazar la comparsa autoritaria y
militarista. Porque el Estado entienda que su papel y el de la sociedad son
complementarios, compartidos y simultáneos. Por
los niños de la calle. Por la delincuencia que nos masacra. Porque alguien con poder entienda que la
represión del delito es necesaria. Porque nunca más el Poder califique un grupo teatral de “pernicioso” Porque el calendario escolar sea importante,
abundante y se respete. Por la descentralización. Por el barril a 100 dólares y su cálculo a 50.
Por la autonomía del Banco Central, los sindicatos y las Universidades. Por una red de salud con hospitales eficientes
y suficientes. Por el chip de racionamiento de la gasolina. Por la eliminación de la denominación “Sueldo
Mínimo”. Por el pago de prestaciones con bonos. Por la transparencia efectiva vía internet de la Administración
Pública en todos los niveles. Por las toneladas de comida podrida de
PDVAL. Por las confiscaciones mal
llamadas expropiaciones. Por la real democratización del espectro radoeléctrico
digital. Por tener emisoras de servicio público como la BBC. Por el
miedo a informar. Por la eliminación de
los adjetivos de la palabra Democracia. Porque la felicidad no puede ser
obligada. Por un Gobierno proactivo y no
reactivo. Por la evolución carcelaria de chuzos a fusiles AK47 y otras
linduras. Por los tiros en la cara.
Por los muertos de 60 balazos. Por la
Torre David y el paradigma de las invasiones. Por el Mausoleo de
Bolívar. Por la necrofilia alrededor de
los restos de Bolívar. Por las teorías oníricas en el alto Gobierno. Porque para soñar un País no hay que quedarse
dormido. Porque los barrios se atienden con humildad y no con arrogancia
paternalista. Por cuatro años de detención
de la línea 4 del Metro de Caracas. Por el metro de Valencia. Por el metro de Maracaibo. Por el Plan
Ferroviario. Por el mantenimiento como
política de Estado. Porque la frontera existe. Por los secuestros y sus modalidades. Porque las cárceles no
sean Estados aparte. Porque todos seamos
oidos y respetados. Porque el Presidente entienda que es un empleado y
que nosotros no somos súbditos. Porque nosotros
también lo entendamos. Por Franklin Brito. Porque pasemos rápido de la recuperación a la proposición.
Por el rescate de la Academia como asesor natural del Estado. Por los miles de megavatios que tenemos de
atraso. Por la toma de decisiones colegiadas. Por el trabajo en equipo hasta la base de la pirámide. Porque
el mundo se mueve afuera y hace rato que no nos damos cuenta. Porque entendamos que si Steve Jobs fue un
revolucionario, Fidel, Chávez y su
descendencia son otra cosa. Por volver a educar con calidad a nuestros
jóvenes en colegios públicos. Porque ya
nadie recuerda la sensación de aire fresco en la cara de cuando se cambia de
gobierno…
Y 100: Por terminar nuestro tiempo vital con la tranquilidad
de saber que el tiempo histórico es auspicioso.
Caracas, septiembre 2012.