viernes, 13 de abril de 2012

Teoría de colas

Hay colas q parecen (sic) q no tienen explicación! Decepcionan! Uno cree q va a encontrar un muerto o algo, y no hay nada!!
Extraído del Twitter de @LADILLAO

De todas las acepciones de la cola, a saber: pegamento, ensamblaje (cola de milano o de pato), rabo, aventón, peinado, es en su etcétera, significado de línea, fila y orden de turno el más asociado con la civilización.
¿Qué cosa más ordenada que el orden de llegada?

Me cuesta imaginar un escenario precivilizado en el que los comensales hicieran cola para tomar la pieza que más le gustara de lo que quedase de la presa porque los que llegaron primero escogieron antes. Todo lo contrario, es fácil visualizar el autorreparto tumultuoso, ¡todos a una!
Recuerdo haber cursado una asignatura llamada Investigación de operaciones. Allí descubrí la Teoría de Colas que, para decirlo rápido, es el estudio matemático de las líneas de espera. Fue fascinante saber que las matemáticas están en cualquier cotidianidad.


La cola, esa fila de orden resignado es definitivamente la expresión más civilizada del hombre ante la consecución de un servicio o bien.

Los tiempos modernos han hecho que se virtualice esta cola con métodos electrónicos inteligentes que asignan un número en una categoría y el sistema toma la decisión de cuál categoría avanza más rápido (que por cierto, nunca es la nuestra) y las pantallas diseminadas en el espacio indican el turno y así uno no está obligado a seguir a su antecesor cuerpo a cuerpo de la manera más comprometedora: pecho-espalda. La nota autóctona de esta cola virtual la pone el vigilante que en su aburrimiento se dedica a decir de viva voz y con movimientos de policía de tránsito, el número en la pantalla y señalar la taquilla de destino


En Venezuela, la cola, es una expresión que está en la boca u oídos de todos al menos una vez al día, y cito: “Espérame que agarro la cola contigo”, “Esa cola es así todos los días”, “Disculpa, pero es que la cola no me permitió llegar a tiempo” y en el ámbito que nos interesa están: “Me voy tempranito a hacer la cola”, “Esta cola no camina”, “Estoy en la cola desde las cinco y todavía nada”
Son variados nuestros personajes coleros autóctonos.

El adulto mayor útil. Tengo un amigo que llegó a la tercera edad y de ser el dueño de su oficina de proyectos se ha convertido en el mensajero porque él ahora no hace cola en el banco. Ahora es útil e importante.
El cuida cola. Es usual ir en pareja a los bancos y a donde se espere en cola. Aquí una persona es capaz de cuidar un puesto en una cola de tres personas y lo verá de primero y dejando pasar los turnos, con cara de que se siente ridículo y no sabe porqué, y no pasar a la taquilla mientras no llegue su acompañante.
El colero penitente. Acá uno puede llegar a una cola muy larga y preguntar a la última persona si esta es la de depósitos, por ejemplo, y ella le dirá “no sé”. Este hace las colas por penitencia "para torturar la carne".
En nuestro país una cola, como dicen los economistas en otro ámbito, “genera empleo directo a un número igual a la cantidad de personas que la conforma y empleo indirecto a otros como el que la atiende, los que alquilan sillitas, los hidratadores”… en fin.

Las colas usualmente son ámbito de bipolaridad. Coinciden en ellas los dos extremos del humor: el que lo pierde apenas se incorpora y pregunta ¿Quién es el último? porque nunca falta un bromista, siempre de buen humor, que le responda: “usted”.

Alejándonos del rigor histórico y sociológico, creo recordar que fue a partir del llamado Caracazo del año 1989, cuando los saqueos, vandalismos y miedos produjeron diversas escaseces y nos obligamos a hacer colas varias, por razones varias y en sitios varios en un mismo día; que la cola se convirtió en patrimonio nacional y por ende comenzamos a darle perfil de producto autóctono y en un futuro "Patrimonio Cultural de la Inhumanidad".

El gobierno se enorgullece de pagar a tiempo las pensiones a los viejitos, pero eso sí, el mismo día a todos y en persona, y entonces los vemos ordenaditos con sus bastones, andaderas, sillas de rueda, acompañantes y hasta enfermeras en las afueras de los bancos.

Hacemos un tipo de cola sentados, en algún conjunto de sillas dispuestas para ese fin que se diferencia de la sala de espera en que a medida que se consumen turnos los abonados se van levantando de manera coreográfica, se desplazan y se sientan de nuevo. Me gusta creer que somos los pioneros de la OLA animadora en los estadios de fútbol.

La cola de sentados tiene una versión tragicómica, la que se produce durante las votaciones cuando a uno le toca sufragar en un preescolar y debe sentarse en pupitres que suelen ser de dimensiones inversamente proporcional a la edad y elasticidad del votante.

La del cajero automático un sábado en la mañana, banco de Venezuela, centro de Caracas. La urgencia absurda ”es que lo necesito ya” y pierde el “ya” y toda una mañana en una cola, que además, se desarrolla en escaleras que ascienden, de manera que la posición pecho-espalda ya no es tal... (Ahora varía la anatomía)



Los únicos que aquí no hacen cola son los desertores del gobierno. Imagine usted dos bandos: progobierno y oposición frente a frente. En la primera fila de los progobierno está un dirigente que de pronto cae en cuenta de que el gobierno es absurdo y decide cambiar de bando. En una sociedad seria este señor argumentaría su disconformidad, renunciaría a su posición progobierno, se saldría del bando colocándose a la cola de los opositores, que entre nosotros son muchos y de larga data.


Aquí no, en Venezuela ese convertido solamente da media vuelta, queda de frente al gobierno, ahora en campo opositor pero en la primera línea y en las siguientes elecciones aparecerá en puesto salidor en la lista que le corresponda… y saldrá, y se mantendrá en su curul, de la que nunca se separó.

-¡CERO 38 a la 15!...

-Ah, yo… gracias. (Hay que ver que uno si habla tonterías mientras hace cola)



Nicolás Baselice Wierman.

@nbaselice en twitter
Instagram @nbaselice
Enero 2019.
Caracas abril 2012.

Todos los PodCast de YdeashoyRadyo

Followme_230x40_white

Curiosea nuestras gavetas

Comentarios-Opiniones-Saludos

Lo más visto en 30